EUROPA
PRESS
28
junio 2016
Son muchas las personas que cada día llegan a la consulta de un
médico desesperados, sin conocer las causas de sus malestares digestivos. En la
mayoría de los casos acaban siendo diagnosticados de nervios, sin ser una
valoración correcta.
El doctor Suárez Guijarro,
especialista en medicina de aparato digestivo y cirugía general, y director de
la clínica BB&S Total Beauty
ha dado respuesta a muchas de estas dudas.
¿Qué es la intolerancia a la fructosa?
Hay que distinguir entre la
intolerancia genética a la fructosa, un problema consistente en no poder
utilizar la fructosa una vez absorbida y que produce lesiones hepáticas y de
otros órganos, de la mala absorción de la fructosa, que no llega a la sangre y
se queda en el intestino.
La fructosa es un
monosacárido (una sola molécula con 5 átomos de carbono unidos) que existe en
muchos alimentos naturales y elaborados, además de formar parte de otras moléculas
más complejas como los oligosacáridos fructanos y fructoligosacáridos.
La fructosa precisa de unas
proteínas transportadoras de la célula intestinal para pasar a la sangre.
Dependiendo de la dotación de proteínas GLUT5 y de la presencia de glucosa en
el ambiente, que activa la GLUT2, podrá absorberse mayor o menor cantidad
-quedando en el intestino el resto- e irritar la pared por exceso de presencia
y por la fermentación de las bacterias intestinales. Este hecho produce gases
como el hidrógeno, el metano, los butiratos, etc. Que a su vez empeoran la
situación desencadenado síntomas, a menudo incluso dolorosos.
¿Tomando alimentos a los que somos intolerantes,
ganamos peso?
No tiene por qué, pero
retener líquidos en los intersticios celulares del intestino y gases dentro
aumentan el volumen corporal y la sensación de gran hinchazón.
¿Existe el síndrome del colon irritable?
En la experiencia del
doctor con más de 3000 casos analizados, con síntomas compatibles con los de la
dispepsia alta o el síndrome del intestino irritable, en más del 95% han
encontrado como única causa la mala absorción de los azucares fermentables a
los que pertenece la lactosa, la fructosa -7 veces más frecuente que la
lactosa- y los polioles como el sorbitol o el xilitol. Estos azúcares pueden presentarse como únicos en
la mala absorción, o también puede haber dos o tres simultáneamente.
En más del 95% de los casos
tratados y que han seguido las instrucciones correctamente, se ha conseguido
-independientemente de la edad- una mejoría que abarca desde "muy
importante" hasta una ausencia total de síntomas, de los que el más
difícil y lento de eliminar suele ser una sensación de gases ocasional. Algo
novedoso, innovador y revolucionario para enfrentarnos a los centímetros de
más.
¿Qué diagnóstico permite diferenciar entre una
intolerancia u otra patología?
Con unos sencillos análisis
de aliento, otros de sangre y, si es preciso, una endoscopia para descartar
otras patologías. La intolerancia o síndrome del intestino irritado no presenta
otras alteraciones diagnosticas que las analíticas descritas.
¿Qué son los divertículos?
Son pequeñas dilataciones
de la mucosa que tapiza el intestino, que se hernian por entre los haces de
fibras musculares del intestino, formando unos saquitos que si se infectan por
retención o lesión pueden inflamarse y perforarse, dando lugar a una diverticulitis y cuya mayor frecuencia es en el colon.
¿Los divertículos tienen algo que ver con estos
problemas?
Más del 80% de los
portadores de divertículos son intolerantes a uno o varios azucares
fermentables, por lo cual puede tener que ver en muchos casos.